Este post está dedicado a los padres y madres que se enfrentan cada día a la difícil labor de disfrutar educando a sus hijos.
La educación de mis tres hijos esta íntimamente relacionada con mi crecimiento personal. La paternidad representa la mayor aventura que he vivido hasta ahora. Gracias a mis hijos he descubierto aspectos de mí, positivos y negativos, que no conocía. Me proporcionan todos los días muchas ocasiones para poner a prueba mi paciencia, mi atención plena, mi capacidad de multi-tareas, mi amor incondicional, mi visión del mundo...
Pero como todo en la vida, la educación de los hijos puede perder su dimensión maravillosa si la hacemos con el piloto automático activado, sin un rumbo claro. Creo que deberíamos aspirar a más. Podemos disfrutar de la relación con nuestros hijos cómo el milagro que es. Pero no es tan fácil porque las gestiones, las prisas, el cansancio del día a día nos dejan poco margen para disfrutarla plenamente. Y lo peor es que nadie nos ha dado ni siquiera unas directrices básicas de cómo hacerlo.
Sin ser ningún experto en educación, quiero compartir contigo mi visión de la cosa. No creo que existan consejos universales que valgan para todos los padres y todos los niños pero te propongo 25 consejos que considero esenciales y 5 consejos extra para reducir los celos entre hermanos.
Y si quieres dar herramientas prácticas y lúdicas a tus hij@s para desarrollar su autoconocimiento y bienestar, te recomiendo echar un vistazo al diario Me Siento Bien que hemos desarrollado con mucho cariño junto a mi hija Candela cuando tenía 11 años.
25 consejos para disfrutar educando a nuestros hijos
1. Reflexiona sobre el objetivo que persigues con la educación de tus hijos. La relación que tendrás con ellos dependerá mucho del enfoque que des a su educación. Por ejemplo, es muy distinto educar con el objetivo de que te obedezcan, que hacerlo con el objetivo de que aprendan a desarrollarse con autonomía, respetando las normas de la familia.
2. Ama a tus hijos en toda circunstancia. Ámalos en los buenos y en los malos momentos. No pongas ningún tipo de condiciones a tu amor.
3. No les pongas etiquetas y tampoco generalices sus malos comportamientos. Cualquier crítica debería centrarse en la acción o comportamiento inadecuado, nunca a su valor como persona. Por ejemplo, tu hijo no ES despistado, pero puede despistarse en ciertas circunstancias o durante un periodo de su vida. Tampoco son ciertas las generalizaciones como " siempre molestas a tu hermano", "nunca ordenas tus juguetes"… En vez de ayudarles a mejorar, este tipo de comentarios refuerzan aquellos comportamientos que queremos evitar. Recuerda lo que te indicaba en este post sobre el poder de las etiquetas: "Tratarlos como deberían ser y así serán".
4. Establece unas pocas normas claras y coherentes y sé constante con ellas. Si estableces demasiadas normas pasarás todo el día diciendo "No". Si no estableces ninguna norma, será difícil tener una convivencia sana y equilibrada.
5. Ten claro que no te pertenecen y anímalos a hacerse independientes. La educación consiste en darles herramientas para llegar a ser personas equilibradas y autónomas.
6. Deja que experimenten y tomen sus decisiones. Respeta sus decisiones y fomenta que saquen un aprendizaje de sus "errores". A menudo queremos saltarnos el proceso de aprendizaje, haciéndoles beneficiarse de lo que ya hemos aprendido. Pero cada niño tiene que aprender por su propia experiencia.
7. Refuerza sus buenos comportamientos pero sin recurrir sistemáticamente al premio. En general, felicita sus esfuerzos en vez de recompensar los resultados.
8. Evita recurrir al castigo para conseguir lo que quieres. Debería ser el último recurso y, obviamente, nunca un castigo físico. Si incumplen algunas de las normas de la familia, se puede establecer alguna consecuencia acorde a su edad. Por ejemplo, si tu hijo ha arrancado las hojas de las plantas de la casa, se le puede pedir que limpie y se encargue de regarlas.
9. Ayúdales a que se consideren como parte de la solución, en vez de ser el problema. Si tu hija derrama agua en el suelo, en vez de reaccionar diciendo "Otra vez has tirado agua al suelo. Es que nunca prestas atención", puedes intentar "Veo que se te ha caído agua al suelo. La fregona está en el baño".
10. Sea para ellos un ejemplo de lo que les quieres enseñar. De pequeño, los niños aprenden principalmente por imitación. Es muy importante que nos comportemos de forma coherente. De poco sirve pedirles que sean ordenados con sus juguetes si ven que no lo somos con nuestras cosas.
11. Acéptalos tal y como son y no proyectes en ellos tus propias expectativas. Creo que no deberías intentar tener un hijo bilingüe porque siempre te ha costado hablar inglés. Lo mismo pasa con los estudios, los deportes, la música…
12. No les transmitas tus propios miedos y creencias limitantes. Déjales que experimenten y saquen sus propias conclusiones de la vida.
13. Reserva un tiempo cada día para prestarles toda tu atención. Parece sencillo, pero prestar TODA tu atención significa: no pensar en el trabajo, no estar ordenando la casa, no mirar el móvil, no estar pensando en la cena… Es estar en el aquí y ahora con ellos.
14. Aprovecha los momentos familiares para hablar y compartir las experiencias del día. Por ejemplo, la cena puede ser un buen momento para establecer un espacio de comunicación. Un juego que funciona muy bien con nuestros hijos para hablar de lo que han hecho durante el día es el de las dos verdades y una mentira. Cada uno cuenta tres cosas que ha hecho durante el día y el resto de la familia trata de adivinar cual es la mentira. Funciona incluso con niños muy pequeños.
15. Ayúdales a establecer buenos hábitos. Como te decía en el post sobre la importancia de los pequeños hábitos, pueden llegar a tener un impacto muy grande. Cuanto antes se acostumbren a tener pequeñas rutinas, mejor.
16. Usa la escucha empática para conectar con ellos y para ayudarles a encontrar solución a sus problemas. Primero escucha con atención y conecta con sus sentimientos, luego animales a buscar soluciones cuando sea necesario. A menudo es suficiente con escuchar.
17. Ayúdales a poner nombre y apellido a sus emociones. Deja que expresen sus sentimientos y pensamientos, aunque no te gusten. Los sentimientos no son el problema pero si las malas conductas. No pasa nada por decir: "Cuando mi hermano coge mi tren siento mucha rabia y me da ganas de pegarle".
Así es como lo hemos incluido en el diario infantil Me Siento Bien:
18. Disfruta de cada momento y no tengas prisa a que crezcan. Prisa a que el bebé duerma bien, a que ande, a que hable, a que se vista sólo... todo pasa demasiado rápido.
19. Asígnales responsabilidades adaptadas a su edad. Por ejemplo: vestirse solo, poner la mesa, ordenar sus juguetes… De esta forma se irán haciendo cada vez más autónomo.
20. Adáptate a sus estados de ánimo y pónselos fácil cuando detectas que están cansados, enfadados, tristes... En estos momentos, es mejor ser un poco más flexible y ayudarles para así evitar los conflictos
21. Aprovecha las experiencias cotidianas para compartir momentos especiales con ellos. Por ejemplo: preparar la comida, hacer las compras, hacer bricolaje, ordenar, limpiar, cuidar las plantas…
22. Cuando estas a punto de enfadarte, tómate un tiempo para respirar y relativizar. Es posible que te des cuentas que el motivo de tu enfado es absurdo e incluso gracioso. Y si finalmente te enfadas, no olvides que eres el adulto. No te pongas a su nivel.
23. Pídeles disculpas si te has enfadado más de la cuenta. No pasa nada por decir algo como "Perdona si me he enfadado antes pero estoy cansado hoy y he perdido la paciencia cuando me preguntaste lo mismo cinco veces". Así les estarás enseñando una forma constructiva de salir de una situación de enfado. Y si consigues hacerlo usando el sentido del humor, mejor que mejor.
24. Ayúdales a tener pensamientos positivos y enséñales lo maravilloso que es la vida. Al igual que para los adultos, los niños se sentirán más feliz si recuerdan sistemáticamente las cosas buenas que tienen en la vida. Puedes aprovechar por ejemplo el momento antes de dormir para pedirles que recuerden las tres cosas que más les han gustado del día. Las respuestas suelen ser muy curiosas...
25. Ten paciencia, más paciencia y siempre paciencia. No era consciente de la importancia de esta cualidad hasta tener hijos 😉
5 consejos extra para evitar los celos entre hermanos
Una de las grandes preocupaciones de los padres y las madres con más de un hijo son los celos. A todos nos gustaría que nuestros hijos se quieran y jueguen sin enfadarse. Es una utopía que suele ser muy alejada de la realidad. En cualquier caso, podemos actuar para reducir los celos.
- No compares tu hijo con nadie más, y menos con sus hermanos. Cada niño es como es y avanza a su propio ritmo. Los comparaciones sólo generan problemas de autoestima y de celos.
- Fomenta que expresen sus sentimientos aunque no te gusten. Es bueno que tu hijo mayor pueda decir "Prefería cuando no teníamos el bebe". Al expresarlo abrimos la puerta al dialogo.
- No tomes partido en los conflictos. Si lo haces generarás un sentimiento de injusticia que no ayudará a solucionar los problemas.
- Reserva momentos de exclusividad con cada uno de tus hijos.
- Deja que hagan travesuras entre hermanos, aunque se estén saltando algunas de las normas de la familia. Son momentos de mucha complicidad.
4 libros recomendados para un educación con sentido
Cómo te comentaba al inicio de este post, no soy ningún experto en educación pero es un tema que me interesa mucho y que me considero esencial. Así que, al igual que para cualquier otro aspecto de mi vida, intento aprovecharme del conocimiento y de la experiencia de otros.
Cuando nació mi hija mayor, me apunte durante un par de años al curso online de la Universidad de padres. Esta "Universidad" fue creada por el pedagogo y escritor José Antonio Marina bajo el lema "Para educar a un niño, hace falta la tribu entera". Ofrece cursos por edad de los hijos con contenido teórico, casos prácticos y un tutor que ayuda en todo momento a la adquisición de los conocimientos y capacidades necesarias. Me fue de gran ayuda.
A partir de ahí, he seguido con mi auto formación, principalmente a través de buenos libros. De mis múltiples lecturas sobre educación, te recomiendo estos cuatro libros que me ayudaron a enfocar ciertos aspectos de la educación que doy a mis hijos.
- "El cerebro del niño explicado a los padres" de Alvaro Bilbao. En este libro el neuropsicólogo Español Alvaro Bilbao nos da pautas muy prácticas para potenciar el desarrollo de los niños, aprovechando los conocimientos del funcionamiento del cerebro infantil.
- "El cerebro del niño" de Daniel J. Siegel. En este libro, el neuropsiquiatra Daniel J. Siegel y la experta en educación infantil Tina Payne Bryson explican cómo está constituido y se desarrolla el cerebro infantil. Aplican este conocimiento para convertir conflictos y discusiones en oportunidad para integrar el cerebro del niño.
- "Hermanos, no rivales" de Adel Fabere y Elaine Mazlish. Este libro nos trae pautas muy sencillas y prácticas para ayudar a reducir los celos entre hermanos. En mi opinión, es un libro imprescindible para quién tenga más de un hijo.
- "Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y escuchar para que sus hijos le hablen" de de Adel Fabere y Elaine Mazlish. En este Best Seller sobre educación, las autoras nos dan pautas muy prácticas para mejorar la comunicación con nuestros hijos y resolver conflictos.
Conclusión
Como te comentaba en mi post sobre la importancia de no malgastar el tiempo, la vida pasa demasiado rápido como para desaprovecharla. Desde que tengo hijos, esta realidad del paso del tiempo se ha hecho todavía más evidente. Por eso no deberíamos pasar al lado de estos años tan bonitos durante los cuales podemos disfrutar de nuestros hijos pequeños.
La educación es una tarea que requiere mucha paciencia, energía, constancia… Es una tarea ardua pero el resultado es maravilloso.
Te dejo con una cita inspiradora y un consejo práctico.
Y recuerda ¡Decides tu vida si no quieres que otros decidan por ti!
¡Un abrazo!
Sylvain
El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices. Oscar Wilde
Te toca a ti
Lo que te propongo es simplemente elegir los dos o tres consejos que más han resonado contigo cuando los has leído. Reflexiona un momento sobre la forma de aplicarlos con tus hijos y pruebalos durante las próximas semanas.
¿Te animas a compartir en los comentarios los consejos que has decidido aplicar? Y si tienes otros consejos para completar esta lista, me encantaría leerlos.
Si no tienes hijos, espero que te animes a probar esta aventura, a la vez tan difícil y maravillosa 😉
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Muy interesante el post de hoy.
Muchas gracias!
Muchas gracias Jessica! Me alegro que te guste. Besos
Nos ha encantado tu post Silvain! Vamos a poner en práctica el juego de las dos verdades y una mentira : ) un abrazo a toda la familia.
Gracias amigos! Lo de las dos verdades y una mentira lo leí hace tiempo en un libro y la verdad es que funciona muy bien. Hace trabajar la memoria y la imaginación de los niños y a la vez nos permite descubrir y hablar de los principales acontecimientos de su día y ellos del nuestro.
Un abrazo fuerte!
Doy fe de lo padrazo que eres y de tu inquietud por mejorar cada dia. Para mi la maternidad ha sido el cambio mas revolucionario en mi vida. Enfrentarme a mi infancia, a heridas no cerradas, a llevar mi paciencia y mi amor hasta limites insospechados. Hay que ser padres para srr mejor personas? Esta claro que no. Pero para ser padres hay que ser mejores personas. Lo que le transmitamos a ellos sera transmitido generacion tras generacion. Me gusto mucho una vez en un podcast que comparaban a los hijos con plantas y decian…..no puedes cuidar a un cactus como a una rosa por que necesitan diferentes cuidados y asi es….cada niño tiene unas necesidades diferentes. Gran post cuñi
Muchas gracias Pili! Me encanta criar a mis hij@s junto con los tuyos. Entre cactus y rosas estamos montanto un bonito jardín.
Besos!