En este blog, te hablo a menudo de la necesidad de tener un buen sistema de organización personal para poder avanzar hacía tus sueños. Esto pasa por definir una visión personal, marcar prioridades, aprovechar el tiempo, gestionar tu tareas… A veces, recibo correos de suscriptores o comentarios de amigos que me preguntan si todo esto tiene sentido. Si no sería mejor dejarse llevar por la vida, tomarse las cosas con calma, organizar menos, carpe diem…
Mi respuesta siempre es la misma ¡ni tanto ni tan poco! Estoy convencido de que el bienestar y la felicidad se encuentran en el equilibrio, en el punto medio. Esta idea no es nueva, podemos encontrarla por ejemplo en el budismo con la búsqueda del “Camino Medio”.
Déjame compartir una pequeña metáfora: Imagínate que vas por la vida con el brazo tendido, llevando un vaso con un líquido que representa la esencia de lo que quieres aportar al mundo.
- Si el vaso está muy lleno, tienes que andar con mucho cuidado y con cierta tensión. Esto te genera estrés y agotamiento. A menudo, el líquido se desborda y, al final, llegarás con el vaso medio vacío. Siempre y cuando no hayas tirado la toalla antes…
- Si el vaso está vacío, entonces puedes ir tranquilo y ligero, pero no estás llevando nada… Estás vacío.
- En cambio, si vas con un vaso medio lleno, puedes alcanzar el equilibrio. Debes tener un poco de cuidado para no derramar nada, pero puedes avanzar bastante ligero, con algo que aportar al mundo.
Esta idea del equilibrio aplica tanto a nuestras conductas como a nuestros estados emocionales. En su maravilloso libro "El celebro del niño", Daniel Siegel lo explica con la imagen de una barca que navega por un río que discurre entre 2 orillas: una es la rigidez y la otra es el caos. La fluidez y el bienestar se logran cuando conseguimos mantenernos en medio del río.
Mi experiencia me dice que los extremos siempre añaden tensión. Nos alejan de ese equilibrio desde el cual podemos fluir por la vida. Y cuando nos alejamos demasiado, la vida se tensa para hacernos volver.
Si te interesa seguir con esta pequeña reflexión, comparto algunos ejemplos de lo que entiendo por un buen equilibrio en distintos aspectos de la vida:
- Ni un plan de vida que no deje espacio a lo imprevisto, ni dejarse llevar sin rumbo por el destino.
- Ni demasiadas tareas, ni ausencia de tareas.
- Ni una educación demasiado estricta, ni demasiado permisiva.
- Ni obsesionado por el orden, ni demasiado desordenado.
- Ni extremista de la comida natural, ni amante de comida basura.
- Ni centrado en exclusividad en los hijos, ni dedicado solo a la pareja.
- Ni egocéntrico, ni volcado exclusivamente en las necesidades de los demás.
- Ni demasiado ambicioso en el trabajo, ni completamente pasivo.
- Ni ermitaño, ni dependiente de los demás para sentirse bien.
- Ni demasiado rígido, ni completamente caótico.
- Ni anti tecnológico, ni enchufado todo el día.
- Ni conectado a las redes sociales 2 horas al día, ni completamente aislado.
- Ni limitado al hemisferio (cerebral) derecho, ni tampoco al izquierdo.
- Ni obsesionado por el deporte, ni sedentario.
- Ni perfeccionista, ni descuidado.
- Ni intransigente, ni demasiado permisivo.
- Ni una vida volcada en el hacer, hacer y hacer, ni una vida contemplativa.
Conclusión
Estoy convencido de que el equilibrio nos lleva al bienestar y a la felicidad. Ese equilibrio es difícil de alcanzar en todos los ámbitos de nuestra vida. Su búsqueda nos lleva a experimentar desequilibrios más de una vez, pero ahí reside toda la gracia 😉
Te dejo con una cita inspiradora y un consejo práctico.
Y recuerda ¡Decides tu vida si no quieres que otros decidan por ti!
¡Un abrazo!
Sylvain
La virtud consiste en saber dar con el término medio entre dos extremos, extremos que por ser tales son vicios. Aristóteles.
Te toca a ti
¿Consideras tener un buen equilibrio en tu vida? Quizás estés dedicando demasiado tiempo a un ámbito concreto en detrimento de los otros, o quizás tengas ideas demasiado rígidas en algunos temas.
Observa si tu barca se ha quedado atrapado en una de las orillas del río en algunos aspectos de tu vida, e intenta reconducirla hacía el centro del río para fluir de nuevo.
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Al mas puro estilo del chico de oro. Adoro a eddy murphy!!! Enhorabuena por el post cuñi. Totalmente de acuerdo
Muchas gracias Pili! Que bien que te tengo para mantener la motivación 😉
Besos!